ORGANIZACIÓN ESTATAL CON FINES DE LUCRO

Antiguamente cuando se le preguntaba a un niño que quería ser de grande, las respuestas eran: doctor, ingeniero, militar, bombero, futbolista, etc. Hoy, si le preguntáramos lo mismo, seguro contestaría: “Yo quiero ser político o funcionario público, para tener plata como cancha”.

¿Y que se necesita para ser político o funcionario público? Aparentemente sólo basta con ser incapaz e inmoral, ya que los requisitos de ley son mínimos (ser peruano, mayor de veinticinco años y tener DNI). Pero si se quiere tener más brillo, se puede comprar un título de abogado o hasta de máster internacional en Azángaro o directamente en cualquiera de las muchas universidades “chicha”.

Entre las dos “profesiones”, ser político es “más mejor” porque si eres electo tendrás derecho a tu propia organización estatal con fines de lucro. Además, un séquito de “asesores” y de funcionarios públicos que tú mismo podrás escoger entre tus familiares, amigos y “clientes”, a quienes podrás ubicar en cualquiera de las numerosas dependencias de la burocracia. Y como si esto fuera poco, también contaras con seguro de impunidad.

Aunque ser electo no es tan fácil, existen varios métodos establecidos para lograrlo, siendo el más utilizado la compra de un puesto en la lista de candidatos de un partido. A mayor “donación”, mejor el puesto en la lista y por ende mayor posibilidad de ser elegido. No interesa el perfil, ni la idoneidad, sólo basta con tener “plata como cancha”.

Por su parte, el cargo de funcionario público también puede ser muy lucrativo, siempre y cuando pertenezcas a una de estas organizaciones que operan dentro del estado y que son lideradas por políticos del gobierno de turno. Sólo piden a cambio una “mochada” de tu sueldo y de cualquier “negocito” que se te ocurra implementar abusando de tu posición.

Estos negocios son muy variados y van desde los más sencillos, como la coima para acelerar servicios que son deliberadamente trabados (colas, certificados, licencias, renovaciones, citas médicas, etc.), hasta temas millonarios a través del cobro de comisiones para conseguir la adjudicación de grandes obras de infraestructura. Un vasto catálogo de servicios, todos con su correspondiente tarifa.

Mención aparte merece el negocio en el frente del (des)orden y la (in)justicia. Aquí todo está tarificado de acuerdo con la gravedad del caso y la instancia en que se encuentre (soplo, error en la captura, prisión preventiva, liberación en 24 horas, prisión suspendida o domiciliaria, reducción de pena, archivamiento, fuga asistida, etc.). Además, estos servicios pueden ser complementados con presiones políticas y/o mediáticas según se necesite.

Los temas mayores de protección a negocios “nobles” como el narcotráfico, la minería y la tala ilegal, el contrabando, las universidades “chicha”, el transporte ilegal y otros similares, son atendidos y resueltos prioritariamente por el staff pleno del “Head Office” de la organización, que se encuentra ubicada en la cuadra 6 del Jirón Junín, frente a la Plaza Bolívar.  

Es así como los funcionarios públicos con algún tipo de poder (La Burocracia) se unen con los políticos corruptos que abusan de su poder (La Corrupción), para conformar una nefasta “organización estatal (criminal) con fines de lucro”.

Ahora si se puede entender porque no tienen tiempo, ni interés en atender temas de “menor prioridad”, como son las reformas del estado, de la política, de la educación, de la salud, de la seguridad y del sistema electoral.

¡FOOD FOR THOUGHT!