LAS PLAGAS ASESINAS

Parece que muchas de las profecías que presagiaban que el fin del mundo está cerca y que sería causado por grandes catástrofes climáticas, o por enormes meteoritos que se estrellarían contra la tierra estarían equivocadas, ya que las razones serían distintas.

Esta afirmación es cada día más patente dado el rápido deterioro que nosotros mismos venimos propiciando a nivel global, ya que cada día estamos más sumidos en una profunda estupidez e irresponsabilidad colectiva.

La conjunción entre los increíbles avances exponenciales de la tecnología y el total deterioro de los valores morales y éticos, así como el abuso de la mentira compulsiva, la manipulación mediática, la polarización política y la infame generación adrede de conflictos bélicos son las “plagas asesinas” que nos están llevando aceleradamente por el camino de la auto destrucción.

“Lo único que cuenta hoy en día es el poder en todas sus formas, cuya unidad de medida es el dinero y que para obtenerlo e incrementarlo vale todo”.

Siempre se ha sabido que la tecnología era un arma de doble filo, pero se creía cándidamente, que la ética en base a normas y protocolos sería suficiente candado para que se utilizara conscientemente y sólo con fines positivos. ¿Qué ingenuos, o que estúpidos?

Hoy, gracias a la tecnología tenemos muchísimas cosas buenas para la humanidad, pero desgraciadamente también tenemos todo tipo de armas de destrucción masiva capaces de borrar medio mundo en menos de un día, drones y robots asesinos, manipulación biológica y genética, nano elementos de audio y video, laboratorios que crean virus y drogas sintéticas, clonaciones, redes sociales tóxicas, amaño mediático y político, entre muchas otras “maravillas” más.

Por otro lado, la inmoralidad, la ausencia de valores éticos y cívicos, la mentira a flor de piel y el vil dinero, han revivido la autocracia y las tiranías abusivas. La corrupción generalizada, el crimen organizado, el narcotráfico, el abuso de autoridad, el tráfico de influencias, la justicia mercantilista y la impunidad se han incrementado de manera exponencial y se han convertido en la nueva normalidad.

Esta conjunción de plagas asesinas, aprovechada por una minoría de inmorales e insensatos a nivel mundial, es lo que nos está llevando aceleradamente al abismo, pero de una manera distinta a la que vaticinaban  las peores profecías sobre la destrucción del mundo.

¿Y quién ha permitido el avance de estas plagas?

Obviamente que los gobiernos cegados por el poder, la autocracia y la corrupción, así como también las inútiles y vergonzosas instituciones internacionales creadas dizque para evitar estos temas y que sólo sirven para anidar burócratas dorados amantes del champagne y el caviar.

Anteriormente los gobernantes eran políticos de verdad, doctrinarios pero con vocación de servicio público. Hoy en día, dado lo rentable en que se ha convertido gobernar un país, la carrera política ha sido invadida por incapaces e inmorales disfrazados de políticos, que llegan al gobierno utilizando técnicas de manipulación mediática y “plata como cancha” para luego abusar del poder en beneficio propio, así como para permitir al crimen organizado actuar impunemente, por una módica tajada. “El gobierno y la justicia al servicio del crimen organizado”.

Parece que Nostradamus y sus colegas no contaban con la estupidez colectiva de los humanos y de su gran astucia y creatividad para generar estas “plagas asesinas”.

La conjunción de la tecnología mal utilizada y la total falta de ética, moral y sensatez, nos están llevando inexorablemente hacia el abismo.

¡FOOD FOR THOUGHT!